lunes, 22 de marzo de 2010

The Dirt ( primera parte )

Estoy hablando de los demenciales, brutales, superficiales, viciosos, animales, pero siempre adorables, Mötley Crüe. Dado que muchos de nosotros ya conocemos toda la historia y discografía de estos entrañables forajidos he planteado este artículo como un breve resumen de algunas de sus anécdotas más psicóticas de su muy recomendable autobiografía “The Dirt. Confessions of the world’s most notorious rock band”.



Quizá alguno de vosotros todavía no ha podido leer semejante obra, por lo que no os recomiendo que lo hagáis con este artículo si queréis disfrutar a fondo del almanaque, pero si vuestro problema con el libro en cuestión era el inglés como barrera idiomática, si tan sólo es que no os había interesado, e incluso si ni siquiera sabéis quién coño son Mötley Crüe, estoy seguro de que pasaréis un buen rato con estas líneas.





29 de Mayo de 1983, US Festival.


300.000 almas apretujadas y sudorosas esperan para ver a sus ídolos: Ozzy Osbourne, Judas Priest, Scorpions, Van Halen y Mötley Crüe. Casi nada.


Vince Neil, cantante de la banda, observa la escena llegando en helicóptero al lugar, con una botella de Jack Daniels en su mano izquierda, una bolsa con pastillas en la derecha y una rubia chupándole los genitales. Se siente el rey del mundo.



Allí se encuentra también Tom Zutaut, el hombre que les había conseguido el contrato con Elektra Records, acompañado por su novia, una sorprendente “hot chick” en palabras de Neil, de acuerdo con los gustos en cuestión de féminas del Sr. Zutaut, pero no es el momento de andar con líos de faldas pues al cabo de pocos minutos deben actuar ante la masa expectante.



Tras terminar su actuación, el rubio cantante observa que la novia de Tom Zutaut únicamente lleva, debido al calor que reina en la atmósfera, un bikini de piel de leopardo y se encuentra sola deambulando por detrás del escenario. Sin preámbulos, se dirige hacia ella y agarrándola le introduce la lengua hasta la garganta, por lo que la dama responde apretando su cuerpo contra el del melenudo cock-rocker y mordiendo su labio. Acto seguido la lleva a su trailer y hunde la cara en sus pechos. Pero alguien interrumpe la romántica escena. Vince se detiene ante el sonido de nudillos golpeando la puerta del camerino. Es Tom Zutaut, quien pregunta si puede entrar, pues quiere felicitar a su amigo por el magnífico concierto que ha ofrecido minutos antes, a lo que este responde que le deje unos minutos de descanso que enseguida estará con él, momento que aprovecha para dar buena cuenta de su femenina acompañante.




No es necesario decir que cuando el resto de componentes de la banda se enteraron del suceso, pusieron el grito en el cielo ante las repercusiones que éste podría haber tenido.





Pero la historia no acaba aquí. Lo realmente grande del libro es que trata de reflejar todos los posibles puntos de vista sobre unos hechos en cuestión, de manera que el lector pueda ilustrarse sobre lo que realmente significa una banda como Mötley Crüe. Por tanto, y como no podía ser de otra manera, el capítulo que sigue inmediatamente a lo relatado es una entrevista con Tom Zutaut.



Cuéntanos sobre el US FESTIVAL”.


“Tom.- Sólo recuerdo estar conduciendo sin rumbo fijo y como un tipo de Apple pagaba un montón de pasta a los chicos por tocar delante de toda esa gente”.



¿Recuerdas algo especialmente notable ese día?



“Tom.- Bien, fue especialmente extraño verles tocar durante el mediodía”.




¿Fuiste al festival con alguien?



“Tom.- Fui con Doc Mc Ghee (manager de la banda) y con Doug Thaler (ayudante).”



“¿Alguien más?”



“Sí, mi novia vino conmigo”.



“¿Ocurrió algo extraño con ella aquel día?



“Tom.- No, nada que yo recuerde.”



Porque Vince dice que se acostó con ella”.


“Tom.- ¿¡¡Se acostó con mi novia?!!


Eso es lo que me ha dicho”.


“No, no podía ser ella”.


El dijo que ella llevaba un bikini de piel de leopardo”.


“Ok, entonces era una chica diferente. Mi novia de verdad no podría haber llevado un bikini de piel de leopardo. Era probablemente alguna guarra con la que había quedado aquel día. Nikki (Sixx, bajista de la banda) debe haber estado preocupado todos estos años por esto, pero nunca me ha dicho nada.



Fue Vince, no Nikki”.



“¿Fue Vince?, bien, Vince siempre fue un pozo sin fondo con las chicas. Podía hacérselo con diez antes del concierto, y con diez más después. Tú lo mirabas y decías, “Tío, ¿cómo lo consigue?”. Nunca paraba. Solía sorprenderme por que él tenía una novia estable. Cuando ella estaba presente era como si estuvieran casados, pero en el momento en que ella giraba su cabeza, él ya estaba follándose a alguien. No me sorprende. Creo recordar que, por aquel entonces, había una chica con la que solía tener algunas citas para pasar un buen rato, y podría ser ella. Su nombre era Amanda no sé qué, de San Diego. Eso fue antes de que conociera a la novia en la que estaba pensando inicialmente. Ahora que me acuerdo mejor, ella llevaba un cutre bikini de piel de leopardo o algo por el estilo.



“¿Estabas disgustado?”.



“Si alguna chica era importante para mi, no la hubiera llevado a un show de rock como ese. Definitivamente, no dejaría a nadie en un trailer con un miembro de Mötley Crüe.


Hubo otra época en la que yo tenía otra novia a la que Nikki se follaba. Era una tía fiestera, y solía estar conmigo detrás del escenario. Y Nikki delante de mí se la hizo. Ella tenía el periodo. Fue asqueroso. Ella ni siquiera intentó pararlo. Hacía tan sólo un par de semanas que la conocía y era nuestra segunda o tercera cita. No se convirtió en nada serio después de eso. Pero no culpé a Nikki. En parte porque las chicas me utilizaban para conseguir llegar detrás del escenario. Por lo que me imagino que era una buena forma de descubrir de qué estaba hecha la gente. Tendría unos 21 años o así. No estaba preparado para casarme o tener una relación seria. Por lo menos Nikki no trató de ocultarme nada. Creo que dijo, “Esta chati está realmente bien, ¿te importa si me la tiro?” y yo dije, “No, no me importa, no es nada serio.”


Pero del tema de Vince no sabía realmente nada.”




Lo siento por habértelo descubierto.”



“Sí, estoy seguro de que lo de Vince fue con la chica de San Diego. Y, ya sabes, nuestra relación se rompió poco tiempo después. Empezó a comportarse de una manera realmente extraña después del festival, ahora que lo pienso, como si algo hubiera ocurrido. Recuerdo después de haberla dejado no volver a verla nunca más. Y fue por lo de Vince, seguramente. Para empezar, probablemente pensó “Oh, voy a ser la nueva novia de Vince y olvidaré a este relaciones públicas”. Pero entonces probablemente se dio cuenta de que era una de las cinco chicas que él se hizo en esos quince minutos…”.




Como veis, todo puede ocurrir en el particular mundo de estos chicos. La siguiente anécdota es una de mis favoritas y pone de relieve el desquiciado ambiente en que estuvieron viviendo durante años. Pero mejor que sea el propio Nikki Sixx el que nos hable de ello.



“Fue el principio del fin de la diversión tal y como la habíamos concebido: cocaína sin límites.


(…) Durante la grabación de “Shout at the Devil”, teníamos onzas de ella. Tocábamos durante tres días seguidos música y sin ni siquiera pensar que estábamos trabajando duro. Vince había pegado páginas de revistas porno por todas las paredes, y las chicas iban y venían por el estudio, siendo folladas con micros en la habitación de control, con botellas en la cocina, y con escobas en los armarios porque nos estábamos quedando sin ideas sobre qué hacer con ellas.



Ray Manzarek, teclista de los Doors, trabajaba en el estudio de al lado y pasaba casi cada día, gorreaba nuestras sustancias dejándonos secos. Nunca fuimos grandes fans de los Doors, por lo que esto nos cabreaba. Por respeto, nunca dijimos nada, pero siempre nos preguntamos: si Ray es un colega de este tipo, ¿cómo debía ser de cabrón Jim Morrison?.



(…) Fui a una fiesta del productor Roy Thomas Baker. Todos nos hicimos unas rayas encima de su piano de cristal, después nos desnudamos y fuimos al jacuzzi. Seríamos unos quince apilados allí, incluido Tommy (Lee, batería). Él finalmente había roto con Bullwinkle y salía con una pseudo modelo de Florida llamada Honey. De repente, Tommy tuvo una enorme erección, se volvió hacia Honey y le ordenó: “Ahora mismo, guarra, chúpame la polla.” Ella se dobló y comenzó a chupársela delante de todo el mundo. Cuando ella acabó, él le hizo comenzar de nuevo. Ella volvió al trabajo, pero esta vez estaba siendo demasiado lento para Tommy y empezó a cabrearse. Comenzó a recriminarle que no estaba haciendo bien su trabajo, diciéndole que qué coño estaba haciendo. Eventualmente, ella hizo bien, considerando que se lo tragó todo para no contaminar la piscina con los niños no nacidos de Tommy. Cinco minutos después, Tommy la puso a trabajar otra vez.



Creo que un montón de amigos de RTB comenzaron a respetar a Tommy esa noche: no sólo la tenía como un rascacielos, no sólo tenía orgasmos interminables, sino que cuando había acabado, compartía. Él se fijó en el montón de tíos alrededor del jacuzzi en estado de shock y sorprendidos, y ordenó a Honey que se los trabajase a todos. Fue muy duro quitar esa imagen de mi mente cuando pocos meses más tarde me senté con la feliz pareja en la mesa y con los padres de Tommy en West Covina. Ella no me parecía el tipo de chica a la que te gustaría llevarte a casa de tus padres, salvo que hubieras sido criado en el Bunny Ranche.




Pasé de la oferta de Tommy, no por respeto hacia él, sino porque estaba demasiado jodido como para empalmar. De hecho, decidí que quería abandonar la fiesta. Estaba muy drogado, confundido, y quería ver a Lita. El problema era que RTB tenía las puertas cerradas y bloqueadas para que nadie pudiera irse demasiado jodido como para conducir. Para empeorar las cosas, no tenía ni idea de donde había dejado mi ropa.



Corrí hacia los muros y los escalé completamente desnudo. Mientras pasaba hacia el otro lado me percaté de que las piedras habían rasgado mi pecho y mis piernas, que estaban sangrando. Fuera, dos chicas que no habían podido entrar en la fiesta esperaban en un Mustang del 68. “Nikki!”, gritaron. Afortunadamente, siempre dejaba las llaves en el coche por aquel entonces (todavía lo hago). Entonces me introduje en mi Porsche y conduje colinas hacia abajo. El Mustang derrapó y comenzó a perseguirme. Aceleré hasta noventa y me giré para ver si las había perdido de vista, y, mientras lo hacía, choqué con una cabina de teléfonos. Quedó empotrada en el asiento del acompañante. Si alguien hubiera estado sentado allí habría quedado aplastado. Salí del coche completamente impresionado, y allí estaba lo que había sido mi verdadero amor. Completamente destrozado. Las chicas que me habían estado siguiendo, probablemente más asustadas que yo. Estaba solo, desnudo, ensangrentado y dopado. Traté de levantar mi brazo para maldecir, pero un tremendo dolor recorrió mi codo hasta mi hombro. Caminé hacia Coldwater Canyon, donde una anciana pareja me recogió sin decir una palabra acerca del hecho de que estaba totalmente desnudo, y me llevaron hasta un hospital. Los doctores pusieron mi hombro en cabestrillo (estaba dislocado) y me enviaron a casa con un bote de píldoras para el dolor. Pasé los tres días siguientes semi-inconsciente, volado por los sedantes.”




Bien, eso es todo, amigos. Creo que es suficiente por esta vez. Tarde o temprano volveré con nuevas andanzas de estos salvajes para amenizar vuestro espacio ocioso, mientras tanto, no lo olvidéis: “Mötley Crüe fans are the best…and fuck the rest”.

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